Mi nombre es Gregmar. Nací y crecí en la costa norte de Venezuela, donde inicié mi carrera profesional como Ingeniero de Materiales. Luego, me mudé al Reino Unido para formar una familia y realizar una maestría y, finalmente, un doctorado en el mismo campo. En 2004, empacamos a nuestra pequeña familia y nos mudamos a Toronto, Canadá, donde vivimos desde entonces.
Fue aquí en Toronto donde comenzó mi viaje en el yoga. Siempre me ha fascinado el movimiento. Como latina, comencé a bailar antes de aprender a caminar. Bailar y correr siempre fueron mis formas favoritas de moverme. Es decir, hasta que me diagnosticaron osteoartritis grave en la zona lumbar tan pronto como aterricé en Toronto... ese fue el final de mi carrera y el comienzo de mi viaje de yoga. Inmediatamente me enamoré de la práctica física que estaba sanando mi cuerpo, pero no fue hasta que fui más allá de las asanas y comencé a sumergirme más profundamente en la espiritualidad y filosofía del yoga que pude apreciar plenamente los beneficios de la práctica; y entender que el yoga es una forma de vida que me permite seguir reflexionando, sintiendo y estando presente.
En 2017, completé una formación de profesores de yoga de 300 horas en Ahimsa Yoga Toronto bajo la dirección de JP Tamblyn-Sabo y el resto es historia... He estado enseñando yoga regularmente desde entonces, y mi mente curiosa me ha llevado a seguir estudiando y aprendiendo. tanto como pueda. Tomando prestadas las palabras de Rick Hansen: "Tengo una base científica, pero me mueve la sabiduría". He tenido la suerte de cruzarme con profesores increíbles que han influido y ayudado a dar forma a mi estilo de enseñanza, y sigo viajando y aprendiendo de ellos.
Como gesto de gratitud a todos mis maestros, espero compartir mi pasión y amor por el Yoga, la Filosofía Yóguica, la Meditación, el Ayurveda y el Reiki para continuar inspirando a otros en el camino de la curación e integrando estas prácticas en su vida diaria.
Gregmar
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